Pero, ¿qué se puede hacer para sentir que estás en casa y que tu casa grite "¡aquí vivo YO!"?
Fácil, la solución está en los accesorios y como el chiste no es saturarte con proyectos ni ideas, hoy nos enfocaremos en áreas comunes.
Una mesa de centro de sala puede lograr maravillas visualmente hablando si la decoras bien. Velas, libros padres que sean casi en su totalidad imágenes, y flores hacen la diferencia. Dale tu toque con algo muy tú ya sea cajitas de cerillos monas, conchitas de mar o unos chocolates para las visitas.
¿Tienes paredes aburridas y no sabes qué hacer con ellas? Puedes armarte un librero o las famosas floating shelves y sobre ellas pon libros, fotos, macetas, velas, cajitas, esculturas... y cosas que nunca sabes en dónde poner pero algún valor sentimental tienen y no las quieres tirar porque además te encantan. Así personalizas el espacio y lo más padre es que si te aburren lo puedes cambiar constantemente.
Y en cuanto a muros... Si no quieres o no puedes pintar, puedes poner monogramas de vinil en un muro, Simular tapiz con un stencil de vinil o algún gráfico que te guste o llenarla de tus fotos favoritas con marcos de diferentes formas y tamaños. Intenta añadir un espejo, son la varita mágica de cada lugar y logran transformaciones con muy poco esfuerzo.
Y así puedes jugar con todos los accesorios para tu nuevo hogar y lo mejor es que si te vas, siempre te lo puedes llevar y volver a empezar de nuevo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario