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viernes, 16 de enero de 2015

No aceptes menos de lo que eres.


"Love yourself as much as you want to be loved."

Qué fácil se escucha, ¿no es así?

Este post como verás, es totalmente diferente a los anteriores. Queremos hablar esta vez de un tema de relaciones que nos interesa de igual manera a todas, perooooo ¡zapatero a sus zapatos! y por eso invitamos a una muy querida amiga psicóloga a hablar de relaciones que no son sanas ya sea por experiencia propia o por tener esa amiga que habla llorando a las 2am contando una anécdota más de ese novio que ¡no le cae bien a nadie! Y justo por eso, le pedí esta colaboración especial a nuestra psicóloga de cabecera Carmen Mejía; aquí está su artículo sobre esas relaciones que ¡aceptemos, no nos hacen nada bien!


No aceptes menos de lo que eres.

Por Carmen Mejía.      

“We accept the love that we think we deserve”. Cuando por primera vez escuché esta frase, recuerdo que lo primero que hice fue reírme a carcajadas a la mitad de la película. Después de eso cruce los brazos en señal de inconformidad ante lo que mis oídos habían escuchado. Mi amiga al darse cuenta de eso, le puso “stop” a la película para decirme “Lo que te choca, te checa”.  ¡¿Qué?! ¿Cómo?... No tenía ni idea de qué me estaba hablando. La ignoré y seguí viendo la película.
Después de un rato, volví a pensar en esta frase y pensé que a lo mejor esa es una de las razones por las cuales la gente se estanca en relaciones destructivas. A lo largo de mi vida he conocido a mucha gente que es tan infeliz con su pareja actual, sin embargo les cuesta muchísimo trabajo terminar la relación porque piensan que jamás van a encontrar a alguien que las haga sentir así y que allá afuera no hay nadie más que las merezca.  Lo acepto, esto también ha pasado por mi cabeza muchas veces, si yo hubiera sabido que merecía algo mejor, hubiera salido corriendo en la primera advertencia.
Cuántas cosas hubiera evitado por pensar que esta relación era lo que realmente merecía. Por ejemplo, recuerdo que muchas veces sentía la necesidad de cambiar lo que pensaba o gustaba para evitar problemas con mi pareja. Había tantos temas de los cuales ya no podía hablar o actividades que deje de hacer por miedo a terminar en una pelea. ¡Que flojera! 
También algo que realmente me sorprendía era cuando tenía que defender a mi pareja de mis amigos y familiares. Me enojaba de sobremanera cuando comentaban que yo merecía algo mejor y que esta relación sólo me estaba llevando al caos y a la destrucción. Yo defendía mi relación a capa y espada diciendo que ellos no conocían a mi pareja como yo lo hacía. Jaja, ¡Que equivocada estaba!. Hasta ellos sabían que merecía algo mejor. De verdad que me encontraba en una negación constante de lo que realmente estaba sucediendo.
Agh, ahora que lo recuerdo las redes sociales eran todo un problema. Al principio pensé que era normal que mi pareja tuviera las contraseñas de mis redes sociales, pensaba que era una señal de confianza y fortaleza en la relación. Sin embargo conforme fueron pasando los días, cuando de repente mencionaba su inconformidad de que hablará con esta persona, o con esta otra, o de que comentará la foto de alguien más, me di cuenta que no había sido buena idea, pero que era algo que podía manejar, porque realmente me importaba estar bien con mi pareja. Uy... y que decir de la famosa “Profile Picture”, siempre tenía que estar en ella, de lo contrario una gran discusión me esperaba.
Debo de aceptar que todos estos focos rojos muchas veces me hacían pensar si en realidad me encontraba en la relación equivocada. Sin embargo, casi siempre terminaba ignorando estos pensamientos porque otra vez pensaba que esta relación era la adecuada para mí. Y solía decirme a mí misma y a mi pareja las típicas palabras “Ya... vamos a echarle ganas a la relación”, o el “Ok, ya... ahora sí es la última oportunidad, la siguiente vez mejor cortamos”. Recuerdo que yo misma me decía el típico “Me la vuelve a hacer otra vez y juro que termino la relación" Sin embargo jamás cumplí o cumplimos nuestra promesa, y yo continúe con la relación y mi historia de nunca acabar. Justo para evitar que termina y por creer que verdaderamente esto era lo que merecía, muchas veces me creía “la salvadora invencible”, donde me encantaba jugar el papel, en donde según yo, podría cambiar a mi pareja para poder tener una mejor relación. Otra vez, qué equivocada estaba.
De mi experiencia me quedó que aunque pongas todo tu esfuerzo y dedicación, las personas solo cambian si ellas quieren, sino, es una pérdida de tiempo.
Creo que todo lo anterior, ocasionó que mi relación se tornara un infierno. Me acuerdo que discutíamos todo el tiempo, los celos estaban a flor de piel, yo ya no confiaba en mi pareja, todo me parecía irracional y estúpido y literal sólo estábamos juntos por estar.
 Un buen día tuve el valor (porque sí, se necesita de muchísimo valor) y decidí tomar dos días para mí. Me di la oportunidad de dar un paso hacia atrás revalorar mi relación, y una vez lejos del estrés, pude ver lo que realmente era, un amor tóxico tal vez.
Me di cuenta que yo merecía algo mejor al igual que mi pareja. Tomar la decisión de terminar es una de las cosas más difíciles, pero más revitalizantes que existe. Acepto que genuinamente tuvimos algunos intentos de regresar y yo de verdad que me aferraba a la relación, porque tenía mucho miedo al futuro y porque lamentablemente esta relación era lo único que de cierta forma me daba comodidad. Sin embargo se terminó y entendí que lamentablemente acepté el amor que creí merecer, debido a mis miedos e inseguridades. Ahora que lo entiendo, puedo comenzar a escribir una historia diferente.


7 señales de que estas en una relación que no mereces.
  • ·       Sientes que estás usando una máscara, porque piensas que tienes que ser otra persona para que tu pareja sea feliz.
  • ·       Tu eres la causa de la mayoría de sus problemas.
  • ·       Su mundo gira alrededor de ti y de tus acciones.
  • ·       Tu familia y amigos tiene una opinión muy diferente de tu pareja. (Es bueno parar y observar tu relación).
  • ·       El estar con tu pareja, te cansa y drena el alma. (Debería de ser al revés).
  • ·       Te das y le das miles de oportunidades para remediar los problemas.
  • ·       No se lleva bien con tu entorno, y tampoco le interesa.


La respuesta de porque aceptamos el amor que creemos merecer está en nosotros y en lo que creemos ser. Puede ser que después de leer la historia, sea un buen momento para reflexionar quiénes realmente somos, y qué realmente merecemos.

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