En teoría, tu espacio de trabajo tiene que estar separado de tu lugar de descanso ya que la recámara debe ser un lugar para llegar y olvidarte del estrés del trabajo, pero... ¿qué se hace cuando no hay de otra?
En estos tiempos muchas personas trabajan desde casa y es súper importante tener bien divididos estos dos espacios aunque sea el mismo porque créeme, yo ya he estado en ambos lados, tanto en oficina y en casa-oficina y te puedo decir que es muy fácil olvidar tiempos y separar espacios, desde el trabajar en pijama (que siempre es una delicia) pero algunas necesitamos el cambiar el switch aunque sea en casa y empezar un nuevo día laboral lejos de la comodidad de la pijama. Así que si no tienes la opción de un estudio y como yo, crees que el comedor es para comer y no para volverlo tu oficina... aquí te van unos tips:
1. Necesitamos límites. Con esto no me refiero a que corras a poner muros divisorios, o empieces a segregar el espacio. Si como yo, tiendes a acaparar cualquier espacio que ves vacío, y eres un tanto workaholic, esto es muy importante. Trata de establecer un área para cada actividad y evita que tu mesa de trabajo se vuelva perchero (aunque llegues a las 4 de la mañana de la fiesta, NO AVIENTES TODO ENCIMA, sé que suena difícil, pero es cuestión de acostumbrarse); tampoco dejes que tu área de descanso se vea invadida por montañas de trabajo, ya que cuando llega el bloqueo después de tanto trabajo, agradecerás no tener que quitar todo el Everest de tu cama para poder descansar un rato.
2. Tómate tu tiempo. No por la urgencia de tener un mueble o repisas para poner tus elementos de trabajo escojas los primeros que veas. Después de todo recuerda que es el espacio en donde pasarás una gran parte del día y si te gusta y te sientes cómoda todo es más fácil. Busca archiveros bonitos y si no hay, ponte creativa, un fin que tengas libre decóralos, fórralos con tela, papel, píntalos lo que sea que haga que ese mueble lo sientas tuyo y no te brinque el ojito al verlo; también puedes usar mesitas de servicio para acomodar tus cosas, cajas de diferentes colores, depende de tu actividad de trabajo y el tiempo que quieras invertirle a tú espacio.
3. Invierte en accesorios. Puede sonar a pérdida de dinero, pero la verdad te funciona mucho mejor trabajar con cosas que te gustan y además le das un plus al espacio si inviertes en unos post-its lindos, libretas, y demás elementos de papelería que vayas a necesitar. Si quieres llámame anticuada, pero creo que no hay mejor manera en la que fluyan las ideas que con papel y pluma en mano (si puede no ser la abominable bic, te juro hasta más creativa te pones).
4. Ilumínate y Oxigénate. Es muy importante intentar trabajar con luz natural para no cansar a nuestros ojos y sobre todo para tener noción del tiempo al trabajar en casa, tambiés es importante tratar que la iluminación artificial sea suave y no la fluorescente de quirófano que al salir no sabes ni qué pasa. Para oxigenarnos, un florero o una planta no sólo le va a dar vida a tu área de trabajo, también te va a ayudar a que en esos momentos en que necesitas respirar para resolver un problema o que se te ocurra algo y encontrar el hilo negro lleguen con más facilidad; además de que como buena creyente del tema de energías, siempre mantendrán limpio tu espacio. Ya hemos hablado de plantas que reciclan el aire viciado de interiores en posts anteriores, puedes darte una vuelta para recordarlas.
5. Déjalo ir. Regla de ORO del home office, "Nada es tan importante que no pueda esperar unas horas más". Yo sé que hay cosas urgentes pero hay que saber distinguir las importantes de las urgentes, tienes que recordar que por el hecho de llamarse home-office, no deja de tener un horario y debes respetar también tus horarios de descanso para poder respetar los laborales. Si no terminaste algo, no te agobies, déjalo por ese momento, cierra todo, apaga computadora y te prometo que mañana te seguirá esperando.
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